Nuestras socia Silvia Díez Menéndez, expone su trabajo Las Horas Ínfimas, hasta el próximo 24 de abril en la sala Ágora de la Fundación Laboral San Prudencio, Eduardo Dato Kalea, 43.
Horario: de lunes a viernes de 8:00 a 14:00 y de 15:00 a 20:00
“Aquel año me autodestruí mucho más que el resto de los años y, sin embargo, nunca estuve más lleno de vida. Mi madre parecía una planta de interior sacada al balcón. Yo parecía un criminal lobotomizado. Éramos, por fin, una familia”. Tatiana Tibuleac de su libro El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes.
Las horas ínfimas es la regresión de una madre a su temprana juventud para sentir, lo que un periodo de aislamiento provoca en la mente de un hijo, es volver a sentir ese miedo de estar perdido, y no saber si vas a encontrar ese tablón que te haga volver a la superficie.
Habla de cómo, en ese largo periodo de introspección, he podido observar como mi hijo ha tenido que dejar su vida social en reposo justo en uno de sus momentos más decisivos de conformación de su
yo. He indagado en cómo me sentiría en ese momento recién estrenado en el amor romántico, ese vínculo apasionado-emocional- sexual de plena efervescencia, cuando solo quieres estar con la persona amada y no precisamente a través de una pantalla.
¿Cuándo realidad y ficción se alinean? ¿Cuándo los sueños son sueños o recuerdos? ¿Qué es realmente la locura? Aislamiento del cuerpo y bullicio constante de la mente, mundo cierto pero incomprensible para el resto, ansiedad producida o fingida, desesperación por no lograr el entendimiento de la sociedad tal y como dicen ha de ser. Ver, sentir y vivir cosas inimaginables para otros. ¿Cuándo esa línea tan fina se traspasa? ¿Cuándo esa lucha contra el
enemigo invisible es tu propia cabeza? Este proyecto es un ínfimo contacto a lo que puede sentir una mente
encerrada en un cuerpo y en un espacio por su condición de «ajenos a la realidad». La locura no es cosa de unos pocos, está más a mano de lo que parece.
Proyecto: http://silviadiezmenendez.com/las-horas-infimas
BIO
Profesionalmente inmersa en el mundo administrativo-financiero, en 2015 decide hacer de su pasión una forma de comunicación. La fotografía le permite descubrir, imaginar y expresar, aquello que con otras disciplinas no podría. Los temas que aborda son de carácter intimista y/o de corte social.
Ha desarrollado acciones y exposiciones en colaboración, tanto en Vitoria-Gasteiz como en otros municipios de Álava en pro de la igualdad.
Se ha formado en la Escuela de Fotografía Documental Blackkamera y en la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria-Gasteiz. Continúa su formación acudiendo a charlas y participando en talleres de la mano de Juanan Requena, Sofia Moro, Eduardo Momeñe, Laia Abril, Jesús Micó y Helena Goñi entre otros.